1.1. ESTRATEGIAS
COMPETITIVAS
Su objetivo es quitarle ventas a la
competencia.
Estrategias comparativas. Tratan de mostrar las ventajas de la
marca frente a la competencia.
Estrategias financieras. Se basan en una política de presencia
en la mente de los destinatarios superior a la de la competencia, acaparando el
espacio publicitario. Recurren a una publicidad muy convencional. Sus objetivos
se expresan mediante porcentajes de notoriedad, cobertura de audiencia...
Estrategias de posicionamiento. El objetivo es dar a la marca un
lugar en la mente del consumidor, frente a las posiciones de la competencia, a
través de asociarle una serie de valores o significaciones positivas afines a
los destinatarios; o si es posible, apoyándonos en una razón del producto o de
la empresa, que tenga valor e importancia para los consumidores.
Estrategias promocionales. Son muy agresivas. Los objetivos
promocionales pueden ser: mantener e incrementar el consumo del producto;
contrarrestar alguna acción de la competencia; e incitar a la prueba de un
producto.
Estrategias de empuje (push strategy) para motivar los
puntos de venta, los distribuidores y la fuerza de ventas de la empresa, a
empujar más efectivamente los productos o líneas de productos hacia el
consumidor (aumentando márgenes, bonos, mejor servicio, publicidad cooperativa,
subsidio para promociones...). Se trata de forzar la venta.
Estrategias de tracción.Estrategias de tracción (pull strategy)
para estimular al consumidor final a que tire de los productos, a través de una
mejor aceptación de la marca, el concepto y el producto. Incitarle a la compra.
Estrategias de imitación. Consisten en imitar lo que hace el
líder o la mayoría de competidores. Son peligrosas y contraproducentes, suelen
fortalecer al líder.
1.2.
ESTRATEGIAS
PUBLICITARIAS DE DESARROLLO.
Su finalidad
es potenciar el crecimiento de la demanda.
Estrategias extensivas. Pretenden conquistar nuevos
consumidores.
En
mercados de fuerte y rápido crecimiento se recurre a la distribución y a la
publicidad, la cual ha de crear una fuerte imagen de marca, para la futura
supervivencia de la empresa.
En
mercados maduros, la publicidad puede provocar o al menos apoyar una innovación
técnica, nuevos sistemas de distribución, disminución de los precios, o cambios
de actitudes o hábitos de consumo. La intención es la de activar los estados de
estancamiento que caracterizan a estos tipos de mercados.
Estrategias intensivas. Conseguir que los clientes actuales
consuman más, es decir, que aumente la venta por cliente.
Se
suele plantear objetivos como incrementar el número de unidades compradas,
aumentar la frecuencia de compra, alargar la etapa de consumo. Se
suele exigir demasiado a la publicidad al enfocar los objetivos a corto plazo,
cuando se sabe lo largo y difícil que resulta el empeño de cambiar un hábito y
costumbre.
ESTRATEGIAS
PUBLICITARIAS DE FIDELIZACIÓN
Estas estrategias son complementarias a
las anteriores. Tratan de retener a los consumidores del producto, y mantener
su fidelidad de compra y consumo.
Es decir, lograr un mercado cautivo, que
garantice las ventas futuras con las correspondientes evoluciones de precio.
Objetivos publicitarios que se plantean
son:
1.1. Resaltar la presencia de la marca,
aumentando la cantidad y frecuencia de campañas publicitarias.
1.2. Actualizar la marca, modificando el
anagrama y/o logotipo de la empresa, para lograr un nuevo posicionamiento de la
misma, en su tarea de rejuvenecimiento, o bien, cambiando los ejes de
comunicación y tratamiento de las campañas.
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